Bokar era un hombre de color que vivía en África. Su país de origen era el Congo (o Tanzania o cualquier otro) y hablaba el idioma “bulu bulu”
Bokar había oído hablar mucho de un pueblo de Rusia llamado Petrovski. Era una población de 2528 habitantes. Un día decidió ir y quedarse a vivir allí. Se hallaba muy contento y estaba ansioso por conocer a sus nuevos amigos.
Pero resulta que en Petrovski todo el mundo hablaba ruso y todos se burlaban de él porque no era como los demás.
Entonces se sintió triste y enfurecido, y estuvo diciéndoles tonterías a los habitantes de Petrovski. Incluso llegó a golpear a los que se burlaban de él.
Pero los otros seguían haciéndolo cada vez mas.
Además, nuestro amigo quería que la gente del pueblo aprendiera a hablar el “bulu bulu”; pero ellos no tenían ningún interés en su idioma y cada vez se burlaban más.
Definitivamente no era feliz.
Entonces Bokar decidió ir a consultar al Gran Jefe del pueblo, que era también el hechicero y hablaba todos los idiomas y le expuso sus problemas.
Después de reflexionar un momento, el Gran Jefe le dijo: “No puedes cambiar el color de tu piel; es necesario que te dispongas a aceptar tu situación e ignores el comportamiento de quienes se burlan de ti. En cuanto a querer que los 2528 habitantes del pueblo aprendan el “bulu bulu”, creo que estás equivocado, pues eres tú quien debe aprender el idioma ruso”
Un año después, nuestro amigo estaba muy contento; había aprendido a hablar ruso, tenía ya muchos amigos y todo el pueblo lo aceptaba tal como era.
Michel Dufour
Este cuento, nos lleva a tomar conciencia de las posibilidades que nos abre el aceptar las situaciones tal como se presentan, aceptando a los otros y a nosotros mismos, suspendiendo juicios y prejuicios en la medida de lo posible.