Haciendo se aprende

“No hace muchos años empecé a tocar el violoncelo. La mayoría de la gente diría que lo que estoy haciendo es «aprender a tocarlo».

Pero estas palabras nos transmiten la extraña idea de que existen dos procesos muy diferentes: aprender a tocar un instrumento y tocarlo.

Esta concepción implica que se ha de hacer lo primero hasta haberlo terminado, momento en el cual el primer proceso termina para dar paso al segundo.

En pocas palabras, que seguiré «aprendiendo a tocar» hasta que haya «aprendido a tocar» y entonces, sólo entonces, empezaré a «tocar». Por supuesto eso es un disparate. No hay dos procesos, sino uno. Como aprendemos a hacer algo es haciéndolo. No hay otra manera”

John Holt . “De Sopa de Pollo para el alma” . Jack Canfield y Mark V. Hansen

¿Cuales son las reflexiones que te genera este texto? Sientes que tiene que ver con algún aspecto en tu vida? ¿Hay algo que estas postergando en función de un logro a tener en el futuro? Así como el violoncelista cuenta, ocurre en la vida. En ocasiones podemos quedarnos detenidos esperando conseguir la Maestria. Y mientras tanto, la vida transcurre. Y vamos generando espacios de disconformidad con nosotros mismos.

Alcanzar una meta implica pasar a la acción. Hacer y hacer. Tal vez los primeros resultados no sean aquellos que esperamos. Tal vez tengamos que corregir el plan. Tal vez lo tengamos que corregir muchas veces.

Aprender y hacer son dos instancias que van de la mano. Aprendemos mientras hacemos, y de esta manera nuestro aprendizaje se va transformando en Maestria cuando somos capaces de transformar nuestros errores en nuevos aprendizajes. La vida no es sólo lo que nos sucede, sino también lo que hacemos con lo que nos sucede.

Luisa Cordeiro