Despertar…

niciar un nuevo día nos lleva a vivenciar, paso a paso, la repetición o renovación de nuestro estar siendo en el mundo. Despertar, abrir los ojos, mirar alrededor, nos lleva a ubicarnos, a salir de nuestra somnolencia y concientizarnos que el nuevo día podemos vivirlo de diferentes maneras: dejándonos llevar por lo que hacemos todos los días, repitiendo de manera automática… o bien, generando la disposición interna de hacer algo diferente, ni mejor ni peor, diferente. Si desearas intentarlo, piensa…

¿Qué necesitarías para hacerlo? ¿Cómo comienzas tus días laborales? ¿Te das el tiempo de hacerlo en forma óptima para ti? ¿O los inicias en forma rápida y brusca, por la causa que sea? ¿Cuál es el estado interno en el que te encuentras la mayoría de estos días en estos horarios? ¿Comienzas el día apresurado, rápido/a, casi sin pensar... o te das tu tiempo para hacerlo?

Rescatar tu estado de atención en los primeros momentos del día, puede llevarte a abrir la ventana de tu cuarto y disfrutar de ver como brilla el sol… Es solo un instante. ¿Cuáles son tus pensamientos que tienes mientras realizas tu rutina matinal? ¿Qué te dices? ¿Quésientes? ¿Pesadez? ¿Desagrado? ¿Agrado? ¿Qué lugar tiene la prisa en tu vida? ¿La transportas al resto del día?

Chequear tus estados internos en esos primeros momentos te facilitará transitar el día de una manera diferente. Y si este fuera tu deseo, te sugiero que observes si necesitas realizar algunos cambios que te lleven a incorporar comportamientos que generen espacios y momentos de mayor tranquilidad. Tal vez sean pocos los minutos que debes contemplar para estos momentos. ¿Es posible para ti el hacerlo?

Estar conectados con tus pensamientos y sentimientos te abre a la posibilidad de modificar la calidad de tu estar y hacer cotidiano, eligiendo aquello que te resulte agradable u operativo, aún mientras te mantienes dentro de los horarios que si o si necesitas cumplir.

¿Te visualizas permitiéndote cambiar algo de tu rutina matinal? ¿Te permites realizar pequeños cambios en ella, si lo consideraras conveniente? Si lo desearas, ¿Qué cambios implementarías? ¿Qué pasaría si lo hicieras?

Reflexionar sobre la forma que comienzas el día, darte tu tiempo, atender a todo aquello que sucede en tu interior y tu exterior, es darte la oportunidad de elegir, de estar consciente de lo que haces para estar bien y aquello que dejas de hacer… Por lo tanto, en función de tus deseos … ¿Qué eliges para tu vida hoy?

La respuesta depende de ti.