Escuchar

El otro lado del lenguaje… ¿Qué escucho cuando escucho? ¿A quién escucho cuando escucho?. Solemos atender al tipo de comunicación que establecemos con nosotros mismos y los otros, a partir de aquello que decimos, hacemos, sentimos; tomando esta situación desde una mirada  casi unilateral, es decir,  lo que cada uno de nosotros dice y hace, aun antes que el otro hable y diga. Y de alguna manera esto nos puede dar la sensación que nos estamos ocupando del tipo de comunicación que establecemos  con nuestra familia, en nuestro trabajo, en nuestros grupos de pertenencia.

Sin embargo, cabe preguntarse:¿Cuál es el rol o la importancia le damos a la escucha? ¡Sí! aquello que oímos y a lo que le sumamos nuestra interpretación. 

¿Cuáles son los pensamientos que pueden surgir cuando tu jefe te cita en su oficina y no tienes idea del motivo?. Son pensamientos que podemos llamar “tranquilizadores”, esos en los que te dices, ...

¿qué querrá?, ó, ¿para qué me cita en su oficina? o bien, “otra vez me llama y seguro que es para marcarme algún error”…, ó,  ¡que molesto este hombre! … En fin… esos pensamientos en los que podemos reconocernos, y que en alguna oportunidad  hemos tenido.

Pensamientos, que muchas veces funcionan como una escucha previa a la situación a desarrollarse, y marcan de manera particular la fisiología con la que nos acercamos a un  encuentro pautado o no. De acuerdo a aquello que pensemos y supongamos respecto de la persona con quien vamos a entrevistarnos será nuestra disposición para escuchar al otro o simplemente,  escucharnos una vez más a nosotros mismos.

"La facilidad para relacionarse es una de las cualidades más importantes que uno puede poseer". Anthony Robbins

¿Cuándo el otro habla, sientes que tienes facilidad para relacionarte? ¿Cuál es tu actitud? ¿Intentas preguntar, comprender aquello que te está diciendo? O bien te encuentras enganchado en tu propia conversación interna diciéndote y convenciéndote que seguramente… lo que te dirá… tiene que ver con …. y a eso …. le vas a contestar… y le vas a decir…. porque “yo ya sé”… etc., etc.  

Y mientras tanto, mientras estabas enganchado en esa conversación contigo mismo, tu amigo, tu jefe, tu maestro, tu pareja continuó hablando… y de pronto,  y con suerte, puedes darte cuenta que te has perdido una parte de la conversación, pues mientras te encuentras conversando contigo mismo, estas restando tu presencia a la relación. No estás presente en ella.

"El amigo que le entiende a uno, le crea a uno". Romain Rolland

Tu escucha, nuestra escucha incide en el tipo de relaciones que establecemos con  nosotros mismos y con los otros. Cuando podemos estar abiertos a escuchar lo que el otro dice, cuando podemos ejercitar el dejar nuestros pensamientos en suspenso, por un momento aunque sea, nos damos la oportunidad de conocer al otro en toda su dimensión a la vez que mostramos la dimensión personal que le ofrecemos a los demás. 

Escucharte, escuchar al otro es generar un nuevo encuentro con uno  mismo y los otros cada vez que lo haces. Es estar abierto y darte la posibilidad de tomar las oportunidades que el Universo te ofrece. Hacerlo depende de ti.